Ya queda un poco atrás, pero vuestras compañeras Fátima Bouzkri, Cristina Becas y Sara Sierra han elaborado un tema sobre la IIª República muy interesante que os dejo aquí para ver si os sirve como referencia. Pronto os colgaré algo sobre la Guerra Civil.
¡Ánimo, que no queda nada!
LA SEGUNDA REPÚBLICA
Tras la retirada de apoyo del monarca Alfonso XIII, Primo de Rivera acabará dimitiendo en 1930. En siete años de dictadura éste tuvo que hacer frente a la crisis de 1929 (crack), junto a la oposición de nacionalistas, republicanos y movimiento obrero (pacto de San Sebastián, 1930).
Una vez que Primo dimite, gobernará un año el general Berenguer y el Almirante Aznar y posteriormente se convocan elecciones municipales. El 14 de abril se alzará la república socialista, ya que la monarquía había quedado desacreditada por apoyar la dictadura. Alfonso XIII, ante esta situación decide dimitir.
Los representantes del pacto de San Sebastián forman un gobierno provisional. Después, este gobierno convoca elecciones a Cortes Constituyentes el 28 de junio, donde la coalición republicano-socialista vencerá. Alcalá Zamora será nombrado presidente del gobierno. Una de las actuaciones del gobierno fue redactar una Constitución (1931), esta era de carácter democrático, progresista y laico. Algunos de sus principios más progresistas a destacar son: los gobiernos eran autónomos, el poder legislativo reside en cortes unicamerales, el ejecutivo en el gobierno y el poder judicial en jueces independientes. Además poseía una declaración de derechos y libertades, entre los que destaca el voto a la mujer. El hecho de que se proclamará la confesionalidad del estado provocó una discrepancia en los sectores más tradicionales, de esta manera los cargos cambiarán siendo Alcalá Zamora presidente de la República y Manuel Azaña del gobierno.
En esta época se formarán varios partidos, aunque son pocos los que tienen la posibilidad de gobernar. La izquierda era partidaria de: laicidad del Estado, democratización del ejército, reforma agraria, derechos sociales y laborales y autonomía. Y estaba formada por: partidos republicanos como Acción Republicana (a partir de 1934, Izquierda Republicana, Manuel Azaña) y partido Radical-socialista (M. Domingo), entre los partidos autonomistas destaca la Esquerra Republicana de Cataluña (F. Macià, Ll. Companys). Otros son los partidos obreros y sindicatos: PSOE y UGT, CNT y FAI, el POUM y PCE.
Por otro lado se encontraba la derecha, que era partidaria de: el Estado confesional, privilegios del ejército, defensa de la propiedad agraria tradicional, contraria a reformas laborales y defensa de un Estado unitario. Dentro se distinguían: partidos republicanos de Centro-derecha con el partido Radical (Lerroux) y la Derecha Liberal-Republicana (N.Alcalá Zamora) y los partidos de derecha como el partido agrario y la CEDA (Gil Robles). Otros partidos eran: los autonomistas (Liga Regionalista, PNV), los obreros y sindicatos (STV). También existían partidos contrarios a la República, podían ser monárquicos como la Renovación española o autoritarios entre los que destaca la Falange española (Primo de Rivera) o el JONS.
Entre diciembre de 1932 y septiembre de 1933, el gobierno presidido por Manuel Azaña e integrado mayoritariamente por republicanos de izquierdas y socialistas impulsó un programa de reformas, ya iniciadas tras el periodo constituyente, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española.
El principal objetivo del gobierno era eliminar la influencia de la iglesia en la educación, esto se hizo mediante la Ley de Congregaciones.Otra acción fue permitir el divorcio y el matrimonio civil, lo que generó un gran descontento en el sector más conservador. Ya que también se limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas, sumándose a las acciones violentas como la quema de conventos. Todo ello hizo aumentar el descontento de las órdenes religiosas hacia la República.
El principal objetivo del gobierno era eliminar la influencia de la iglesia en la educación, esto se hizo mediante la Ley de Congregaciones.Otra acción fue permitir el divorcio y el matrimonio civil, lo que generó un gran descontento en el sector más conservador. Ya que también se limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas, sumándose a las acciones violentas como la quema de conventos. Todo ello hizo aumentar el descontento de las órdenes religiosas hacia la República.
En cuanto al ejército, Manual Azaña impulsó una reforma que pretendía crear un ejército moderno, profesional y fiel a la República. En 1931se promulgo la ley de Retiro de la oficialidad, que permitía a los militares retirarse con el sueldo integro si así lo deseaban. Posteriormente se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la Replica.
Estas medidas no fueron del agrado de los africanistas, sector militar del norte de África.Estos incitados por las derechas se volvieron contra la República.
La Reforma Agraria era una de las reformas más necesarias, que pretendía poner fin al latifundismo existente en buena parte de España, así como mejorar las condiciones de campesinos pobres. Este problema se intentó solucionar con las desamortizaciones producidas durante el reinado de Isabel II, aunque sin resultados. Otro objetivo era modernizar la agricultura para aumentar la economía del país. En 1932 se elaboró la Ley de Reforma Agraria por las cortes, que pretendía la expropiación de las tierras cultivadas deficientemente. El IRA se encargaba del cumplimiento de esta ley. La aplicación de la ley aumentó la tensión social, los propietarios con lo enemigos de la República y por otro lado los campesinos decepcionados por la ineficacia del sistema reformista en sus primeros momentos de aplicación.
Otra reforma fue la autonomista, la proclamación de la República catalana fue considerada una amenaza para la República española. De esta manera decidieron permitir un gobierno autonomista (Generalitat, Franses Maciá) a cambio de anular la República. También se comenzaron a redactar estatutos de autonomía para el País Vasco y Galicia, estos últimos no se llevarán a cabo debido a la falta de tiempo.
En cuanto a la reforma educativa, el principal objetivo era promover una educación liberal y laica. Los dirigentes republicanos estaban convencidos de la necesidad de mejorar el nivel cultural de la población. Grandes intelectuales como Lorca impulsaron este movimiento (La Barraca).
Para la reforma laboral, el socialista Francisco Largo Caballero inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales como: aumentar los salarios, semana laboral de 40 horas, etc.
Todas estas reformas provocarán un descontento general, tanto por la clase social trabajadora que no las veía efectivas, como por los sectores más poderosos que veían disminuir sus privilegios.
Grupos como CNT y UGT en respuesta a estas reformas fomentaron la conflictividad laboral para destruir el orden burgués existente. Las huelgas, las insurrecciones y las ocupaciones de tierras fueron en progresivo aumento. Entre estas destaca en 1933 una revolución de campesinos para colectivizar la propiedad en Andalucía, destacando el suceso producido en Casas viejas, que tuvo una fuerte represión (12 muertos). Esta acción del gobierno provocó la dimisión de Manuel Azaña, y por tanto el declive de la izquierda. Toda esta situación dará paso a una convocatoria de elecciones en 1933. La presentación de la derecha de forma homogénea unida y organizada (el partido de centro-derecha, Lerroux, y la CEDA, Gil Robles), les dará la victoria, comenzando así el denominado bienio negro. Este nuevo gobierno presidido por Lerroux modificó las reformas llevadas a cabo por la izquierda.
La reforma agraria se frenó, la reforma religiosa se contrarrestó aprobando un presupuesto de culto y clero. No se anuló la reforma del ejército, pero se aprobó una amnistía para los sublevados de Sanjurjo, que había intentado dar un golpe de estado durante el bienio reformista. Por ultimo, en educación se redujo el prosupuesto.
Con la subida del poder de la CEDA, los partidarios de izquierda lo interpretaron como una deriva hacia el fascismo y para defender las reformas sociales se producen dos revoluciones, a partir de las cuales se decretó el estado de guerra. Una fue de tipo más social, en Asturias, donde un grupo de mineros armados sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios. A lo que el gobierno reaccionó con una fuerte represión (dirigida por el general Franco) con más de 1000 muertos .
Por otro lado en Cataluña, la revuelta tuvo un carácter más político. El 6 de Octubre se autoproclamaron independientes con una República propia, todo esto apoyados por la Generalitat. Al igual que la asturiana tuvo una fuerte represión, con más de 3500 detenidos entre los que se encontraba Azaña y Largo Caballero, así como todos los miembros de la Generalitat.
A pesar de estas revueltas y su fuerte represión, el gobierno continuó en el poder. Hasta que en 1935, con el caso de corrupción del estraperlo (implicaba directamente al partido Radical de Lerroux) y otro de malversación de fondos (producido desde la CEDA de Gil Robles) se ve obligado a dimitir.
Será Alcalá Zamora quien va a convocar las elecciones en 1936. En esta ocasión, son los partidos de izquierda quienes se unen en el Frente Popular. Este grupo está compuesto por: la izquierda republicana, PSOE, PCE, POUM, Esquerra republicana de Cataluña. Estos tenían como objetivo ganarlas elecciones, aunque mantendrían sus principios. El Frente Popular fue la fuerza ganadora, pero se trataba de una victoria muy ajustada. El nuevo gobierno quedó formado solo por republicanos. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República, hecho que molestará a la derecha, ya que este tiene un carácter más radical. Casares Quiroga será el presidente de la República.
Este gobierno por temor a que la derecha les arrebatara el poder, realizará una serie de medidas de manera rápida y eficaz. Entre ellas: amnistía de los presos políticos, reinicio de las reformas del bienio de izquierdas y, por último, radicalización política y clima de violencia social (enfrentamientos y desórdenes en el campo y en las ciudades).
Se palpaba un clima de tensión cada vez mayor, donde el ejercito de derechas empezó a conspirar un golpe ante el temor a una revolucion de izquierdas, incluso con violencia. Esto acabará desembocando en el golpe de Estado proclamado en 1936, organizado por Mola. Sin embargo, lo que se pensaba que seria un golpe rápido y eficaz acabará siendo una Guerra Civil.