jueves, 7 de febrero de 2013

Liberalismo

El concepto de liberalismo es uno de los más complejos para desarrollar en Historia de España. El título que se nos presenta para selectividad es "El Liberalismo (ideario y corrientes) y la oposición al mismo".

Ya os he comentado que se puede entender de dos maneras: como una recopilación de las ideas políticas de la etapa del liberalismo isabelino o como un análisis de la implantación y el desarrollo histórico del liberalismo  en la España del siglo XIX. En casi todos los sitios vais a encontrar el tema desarrollado como las opciones políticas y no tanto como un análisis de la historia del liberalismo en la España del XIX, por eso tenéis que tratar de hacer un compendio de las dos cosas para que os quede bien.

Aquí os dejo el tema tal y como lo han concebido dos compañeras vuestras (Fátima Bouzkri y Sara Sierra). Me parece bastante completo y claro y es una buena muestra hecha por vosotros, de vuestra cosecha. La visión de vuestras compañeras va más en la línea de la segunda opción para desarrollar el tema que os he comentado. Espero que os sirva de ayuda.


Los primeros vestigios de liberalismo en España vienen de manos de  José Bonaparte. Pero sus planes no son aceptados debido al comienzo de la Guerra de la Independencia, que consideraba a José I ilegítimo y pedía la vuelta de Fernando VII (el deseado).
En 1812 se redactará la primera Constitución de la historia española de carácter liberal en las Cortes de Cádiz, con la esperanza de utilizarla Fernando VII a su vuelta. El contexto que se encuentra Fernando VII a su vuelta es complicado, Napoleón ha sido derrotado y el liberalismo pasa a tener una concepción negativa, es decir, la vuelta al Antiguo Régimen será la mejor opción. Por una parte Fernando VII es presionado por los liberales para jurar la Constitución, por la otra la nobleza y el clero redactan el “Manifiesto de los Persas”, donde proponen la restauración del absolutismo. La Restauración se produce con ayuda de la Santa Alianza. Pero la situación tras la guerra es crítica y esta situación generará protestas contra el absolutismo.
En un intento de restaurar el liberalismo se producirán pronunciamientos militares (Riego), cabe destacar el de Cabezas de San Juan. Que dará comienzo a una nueva etapa, el trienio liberal (820-1823). Fernando VII ante la presión acepta la Constitución del 12, y las Cortes obtendrán una mayoría liberal (reformas como la supresión de señoríos, abolición de gremios...). A pesar del liberalismo se producirá una agitación antiliberal por parte de campesinos, nobles a iglesia (no acceso a la tierra) y también hay tensiones dentro del liberalismo (opción moderada/exaltada).
Toda esta situación llevará a otro periodo; la década ominosa (1823-1833).El absolutismo vuelve gracias a la intervención de la Santa Alianza con “Los Cien Mil Hijos de San Luis”, se realizarán reformas moderadas y amnistía. Sin embargo, la pérdida de las colonias hace necesaria la presencia de un sector industrial moderado (paso al liberalismo), y provocará la desconfianza de los Realistas.
En 1830 con el nacimiento de Isabel II, Fernando VII abolirá la Ley Sálica. De esta manera se crearán dos grupos. Los “Carlistas”, reclaman a Carlos como monarca y los “Isabelinos”, apoyan la decisión del monarca.
A la muerte de Fernando VII, Don Carlos se autoproclama rey provocando así el comienzo de la Guerra Carlista. El final de este conflicto se producirá mediante el pacto de Vergara (se conceden fueros a las regiones Carlistas).
El reinado de Isabel II se caracteriza por ser moderada en un principio, pero con el tiempo debe introducir un liberalismo más pleno. Pero antes de cumplir la mayoría de edad el poder estará en manos de la regente María Cristina.
El primer gobierno es absolutista (Francisco Cea Bermúdez), realizó algunas reformas. A causa de la insuficiencia de estas se produce un cambio, en esta ocasión De la Rosa con otro gobierno promulgó un Estatuto Real. A estas alturas comienzan a advertirse diferencias entre los liberales, los moderados  quieren la Constitución del 12 y los progresistas quieren una nueva constitución (crean Juntas Revolucionarias y actúan asaltando conventos).
Esto favorecerá la creación de otro gobierno liberal-progresista, con Mendizábal a la cabeza. Ejecuta la desamortización del Estado y creará un ejército contra los Carlistas. Ante las críticas y presión Mª Cristina reestablece la Constitución del 12 y forma un gobierno progresista (Calatrava). Éste crea una nueva Constitución en base a la del 12 y desmantelará el Antiguo Régimen. Los siguientes gobiernos serán mediante la alternancia de poder (moderados-progresistas buscando el equilibrio) a veces obligados, la eficiencia de ambos es nula.
Las opciones que presento el liberalismo son: moderados (Narváez, apoyo de nobleza y clero, defensa de la propiedad, control de la corona, poder iglesia...), progresistas (Espartero, apoyo burguesía, soberanía nacional, corona solo modera, menos poder a la iglesia...), unión liberal (O'Donell, término medio). A demás de la escisión de demócratas (rey) y republicanos (no rey).
Con la mayoría de edad cumplida comienza el reinado de Isabel II (1844-1868). La primera etapa se denominará década moderada (1844-1854), en esta se crea un nuevo estado liberal que da fin al Antiguo Régimen y se caracteriza por el centralismo, uniformidad y jerarquización. Su base ideológica es el liberalismo doctrinario (Narváez), pero por la inestabilidad dará paso a una nueva etapa: el bienio progresista (1854-1856). Esta etapa comienza con el pronunciamiento de Vicálvaro (O'Donell, unión liberal), entonces Isabel II lama a formar gobierno a Espartero. Se llevará a cabo una restauración de los principios progresistas, destaca la desamortización de Madoz y la ley del Ferrocarril. A pesar de todo estas actuaciones resultan ineficaces por una crisis de subsistencia producida por una etapa de sequía. Las revueltas por la crisis unidas a las discrepancias políticas hacen que Espartero dimita.
O'Donell aprovecha la situación para derribar el gobierno que se había fomentado, reprimir las protestas y hacerse con el poder.
Isabel II consciente de los conflictos que se producen por su mala gestión y ante la presión de unionistas, progresistas y demócratas, decide dimitir. Hecho que dará paso a una nueva etapa, el sexenio democrático.

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