lunes, 22 de octubre de 2012

La Paz de Westfalia


La Paz de Westfalia es un tratado internacional con el que se puso fin a la Guerra de los Treinta años (1618-1648). Este tratado cambió la política europea, ya que se pasó de una organización vertical, con el predominio en el continente del Imperio Habsburgo, a otra basada en el equilibrio de las potencias. Como consecuencia, comienza también la decadencia del imperio hispánico.

Desde el mandato de los Reyes Católicos el imperio hispánico se había extendido por gran parte de Europa y América en los siglos XVI y XVII. Sin embargo, durante el reinado de Felipe IV (1621-1665) se produjo una crisis en la monarquía hispánica debido principalmente a los costes de la política exterior (el intento de solucionarlo del Conde Duque de Olivares a través de la “Unión de Armas” creó incluso conflictos internos, como las revoluciones de 1640 en Portugal y Cataluña). A principios del siglo XVII comenzó la Guerra de los Treinta años por motivos religiosos del Sacro Imperio Romano Germánico, pero pronto participaron las mayores potencias europeas ya que se fueron sumando motivos territoriales y políticos que involucraban a más países, convirtiéndose en una guerra durísima que arrasó todo el centro de Europa.

La Paz de Westfalia se firmó en 1648 entre Francia, Suecia, el Sacro Imperio Germánico, España, Provincias Unidas de Holanda y Dinamarca para poner fin a esta guerra. Se acordó en dos partes y se produjeron una serie de cambios en Europa: Suecia se convirtió en la mayor potencia del norte de Europa, las regiones de Alsacia y Lorena son recuperadas por Francia y comienza la hegemonía francesa en el continente, Brandenburgo anexionó bastantes territorios, formando la base de la futura Prusia, España reconoce la independencia holandesa, pero Bélgica continuó perteneciendo a la monarquía española hasta el siglo XVIII, los estados del Imperio son más independientes y, por último, se confirmó la ruptura de la unidad cristiana, cada monarca decidía su propia religión y la de su pueblo.


Este tratado afectó mucho al imperio hispánico ya que se pasó de ser la mayor potencia europea a ser un Estado en evidente decadencia: se reconoce por fin la independencia de las Provincias Unidas de Holanda y se mantiene la sublevación en territorios como Cataluña. Más adelante, España y Francia firman la Paz de los Pirineos (1659), que supone la pérdida de Rosellón y Cerdeña. A partir de entonces, la decadencia hispánica se pronunció. Hubo una disminución demográfica, una depresión económica y una decadencia político-militar. Sin embargo, paradójicamente, hay un gran desarrollo en las artes y las letras: es el Siglo de Oro español.

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